Horrormanía

Ha salido a la venta "Horromanía. Enciclopedia del Cine de Terror", de José Manuel Serrano Cueto, una obra enciclopédica, como el propio nombre indica, destinada a permanecer durante mucho tiempo en la estantería de los libros de cine referenciados, referenciales y de referencia. Las 2,500 entradas ordenadas alfabéticamente a lo largo de 480 páginas ilustradas representan un trabajo titánico y una aportación necesaria al conocimiento humano. Por el simple hecho de haberlo realizado deberían concederle a José Manuel algún tipo de doctorado. "Doctor en horrores" no estaría mal. No pierdan la oportunidad de hacerse con un ejemplar en alguna librería. Aunque el género de horror no sea su favorito (y si lo es lávense un poco y salgan a hora mismo a la calle a buscarlo), disfrutarán manoseando este libro con ese deleite que sólo las obras verdaderamente enciclopédicas proporcionan (siempre que estén en papel, tema que se comentó ayer en la presentación en la librería Estudio en Escarlata: internet, que tiene vocación enciclopédica también, pero siempre lineal, de link-a-link, no asalta con la misma exhuberancia al lector que se sumerge en la deriva azarosa, placentera y física del, ¿cómo llamarlo?, hojeamiento, del busco-esto-pero-me-detengo-en-esto-otro-que-he-visto-por-el-camino). El libro no se limita a listar y reseñar la cinematografía de género terrorífico mundial y de todas las épocas (naturalmente no lo abarca todo, pero qué esperan, ni Dios acaba sus listas: repasen las entradas al Arca y comprobarán que faltan animales), sino que aborda también un terreno inexplorado en este país: el sector de la crítica, de los fanzinerosos, de los cineastas con mínimos recursos, de los festivales, de los cortometrajistas. Sólo por eso Serrano Cueto, su editor Alberto Santos y quienquiera que haya colaborado ya merecen mi aplauso entusiasta. La cinematografía no se construye sólo con películas, también necesita de una labor coherente, seria, exhaustiva (y en este caso, ¿por qué no decirlo?, erudita) que aporte orden, concierto y arquitectura. Este tipo de trabajos, los que aúnan ambición horizontal y vertical, no abundan en España. Así que bienvenido sea y ojalá lleguen muchas reediciones con añadiduras y se abra el camino a otras obras del mismo calado.